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CUANDO COMENCÉ A GUSTAR DE LA MÚSICA CLÁSICA

WOLFGANG AMADEUS MOZART:


Después de los cincuenta años de edad.

No antes. Me la perdí cincuenta años.

Únicamente, me agradaba oír cantar. Más que nada por las letras. Algunas contienen versos eufónicos. Y hubo grandes cantantes como CARUSO, como CARLOS GARDEL:



¿Cómo desperté el sentido musical? ¡Muy simplemente! Después de lavarme los oídos por primera vez en medio siglo, escuchando la música orquestal, sencillamente oyendo los sonidos.

Mi gusto por la música no es dionisíaco, sino apolíneo. ¿Está claro? ¿Se entiende? (supongo que después de leer media biblioteca).

Yo aprecio los sonidos como tales, por su belleza, por su armonía. Aunque si me tocan la bocina y evitan que choque, no me enojo.

En sí, oigo los claxones como sonidos. Y reconozco las marcas de los autos. Ese es de un Mercedes, ese otro de un Ford, aquel de un Fiat, el que me toca insistentemente de un apurado. Es como ver un paisaje hermoso, o una obra maestra pictórica. Pero en vez de las imágenes, se trata de los sonidos.

No me invaden. Sino que prevalece mi yo. ¡Gané la carrera!

Trato de oír, y de no pensar palabras. Me doy cuenta objetivamente de la perfección de una obra musical. Para mi, se trata de arte. No de ruido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo solo oigo rock. Mario

jovialiste dijo...

Cuestión de escuchar otra música, si no se la pierde...

Anónimo dijo...

Los grandes musicos nacen, no se hacen.