PERDAMOS EN LO SECUNDARIO, GANEMOS EN LO ESENCIAL.

Mi poder consiste en intentar conseguir lo mejor de mi, y de ti.

En estimularme a que de lo mejor de mi, aunque no sale.

Y, en estimularte a que no des lo mejor de ti, pues seguramente sale mucho, y entonces te puedes llegar a agotar.


´MI VIVIENDA IDEAL. ME ENCANTA. AUNQUE LLUEVA ADENTRO COMO AFUERA.

¿Cómo podemos perder en lo accesorio para ganar en lo fundamental? No me lo preguntes, pues ya te lo digo todo, incluso aunque aún no comí, el como:

Mediante el método de La Auto Disciplina Inteligente.

Lo siento si no tienes inteligencia, ni auto, ni método, ni asiento. ¡Auto disciplínate! Si no, no podrás usar este método infalible como todo lo mío. Aunque me puedo equivocar.

Observa bien. Este método es aritmética simple. Si pierdo el mal. ¿Qué me pasa? No me pasa nada.

Pero gano el bien. Lo mismo ocurre contigo, y con todos.

Restando, sumamos.

Excepto en el caso que te quite el reloj, pues ya no podrás decirme la hora. Atención: Las excepciones, no hacen la regla. Si no que hacen otra regla. .

Ahora bien:

Si dejamos de perder el tiempo, viendo programas de la televisión,
tenemos tiempo para...
Si no pasamos muchas horas oyendo la radio,
tenemos tiempo para...
Si no ocupamos otras horas excesivas hojeando las revistas para ver las mismas caras de los desconocidos de siempre,
tenemos tiempo para...
Si no empleamos los días hablando por el celular o por el teléfono de línea,
tenemos tiempo para...
Si no utilizamos los ocios para enviar no sé que cantidad de mensajes de texto,
tenemos tiempo para...
Si no salimos a la calle para vagar como almas en pena,
considero:
Que podemos ganar ese tiempo que precisamos para realizar la tarea postergada que constituya nuestra misión en esta vida.

Para la que vivimos una azarosa vida en este mundo determinado, predestinado, sofisticado, y todo lo terminado con Hado.

Y además, en mi caso personal, podré escribir esa novela que jamás pensé que quería escribir. ¡Imagínate! Cavilaré en todos esos personajes de los que no tengo la más mínima idea quiénes son, y qué quieren conmigo. Claro, claro.... Que les de una vida, Y que luego se las quite, pues toda novela policial concluye con alguna muerte. Si ellos me matan, la mía.

¿Qué te parece? ¡Qué se maten entre ellos! No. Yo no los voy a liquidar.

No sé. Quizás cambie de idea. En todo hombre se esconde un criminal, y más de uno, cuando se trata de un escritor malo, en especial de novelas policiales.

Además, supongo que podré acompañar en sus enfermedades a mi tío el sano,
Y podré ayudar un poco a Amparo, una vecina desvalida.

Y ambos, por fin haremos tiempo para ganar dinero. Tal vez mucho, una fortuna: Pequeña, mediana, grande. ¡Quién sabe ...!

Si lo logramos, no haremos alardes con la familia, ni con los amigos, más allá de publicarlo en todos los diarios.

Y en mi caso, declaro que conmigo compartiré mi salario, o mi riqueza, para que los frutos sean aún mayores al extenderse a otro semejante.

Pero asimismo lo haré con otra gente, poca o mucha. Quizás con todo el mundo, para que no me pateen el trasero.

Sé que si adoptamos este método, tarde o temprano, en nuestras vidas habrá otro hombre, y si eres mujer habrá otra mujer - no es que nos vayamos a hacer homosexuales - sino que habrá otros seres humanos algo preferibles. Nosotros mismos.
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